miércoles, 11 de febrero de 2009

LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD











Por el compañero Carlos Morcillo

Es necesario, antes de avocarnos al tema que deseo transmitir, realizar a modo de introducción un breve repaso de lo que sintetiza el peronismo doctrinariamente, que en primer lugar, corona un principio de solidaridad que es la “justicia social”, pilar fundamental y eje central de la política establecida por Eva y Juan Perón. “En la nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños” reza una de las veinte verdades peronistas.
En Jujuy, hace 25 años que gobierna el justicialismo, quizás me arriesgo a opinar, que con las mismas caras y personajes en por lo menos sus últimos 20 años, sino demos un simple vistazo a nuestra cámara de diputados.
Ahora, en el ánimo de presentar una imagen menos negativa a este panorama, analicemos el siguiente cuadro contenido en estos últimos 10 años: se incrementaron obras, se logro la estabilidad y la gobernabilidad por ejemplo, pero, a un costo político muy alto. Acarreando como consecuencia, la creación y conformación de un grupo gobernante de tipo heterogéneo, producto de acuerdos, de intereses y primordialmente de amigos y parientes.Desde la era del gobernador Domínguez, se concibió a la política como un espacio primordialmente de técnicos e iluminados, así siguiendo este esquema y sumado al bosquejo antes mencionado (grupo de amigos), en la actual política justicialista de la provincia se ha conformado una nueva casta gobernante. Al decir de Aristóteles, cuando el gobierno es ejercido por un sector de privilegiados, estaremos ante una aristocracia la que luego deformada derivara en una oligarquía.
Qué paradoja hemos creado, Perón denominaba a la oligarquía como aquellos enemigos de su pueblo y de los descamisados de Evita, de los más necesitados y pobres marginados, primordial tarea del peronismo a desterrar.
Así, en su momento existió la sidra y el pan dulce, los juegos Evita, la Fundación Eva Perón y el “Plan Quinquenal” para crear el andamio de sustento conducente a la eliminación de la pobreza y la felicidad del pueblo. Recordemos la “Ciudad de los Niños” ideada por la inmortal Evita, la zapatilla bollero o flecha y la siempre de moda alpargata que alguna vez recibimos o que a través de las asociaciones sindicales recibiéramos el delantal para los hijos del obrero, al inicio del año escolar, en la intención simbólica de demostrar que la educación es gratuita y universal.
Toda justicia social aplicada en su entonces estaba cargada de un alto grado de simbolismo, cuando recibimos la sidra y el pan dulce, por ejemplo, el simbolismo del momento era la comunión entre Perón y su Pueblo, síntesis y tesis en la cual Perón recordaba a cada uno de los habitantes de esta gran Argentina, entregaba algo realmente preciado y contenido en el sentimiento de la Navidad; La mejor dialéctica entre el pueblo y su líder.
En mi juventud aprendí que la justicia social se practica y no se declama, en la militancia intentamos estar junto al pobre al más necesitado y débil, con una mano solidaria, cargada de toda esa simbología descrita, entonces un día del niño o de reyes, fue nuestra intención llegar a sus corazones con algún festejo, pensábamos que una vez establecidos como gobernantes, esta actitud debíamos plasmarla en la realidad oficialmente, hoy con dolor, podemos ver cuán lejos estamos de esa realidad.
Me hierve la sangre esta situación, ver nuestra estructura partidaria, apática, al margen de lo humano, de lo simple, de la ayuda solidaria al prójimo, de la mano tendida al amigo, solo ocupada de sus propios y mezquinos intereses.
Alguna vez un inmenso grupo de jóvenes soñadores pensamos en ser gobierno y que para un día del niño o de reyes hacerlo frente a nuestra Casa de Gobierno en la plaza central, encabezados por nuestras autoridades partidarias, un festejo grande a lo peronista, pero ¿que podemos decir hoy?.Por otro lado vi en este pasado día del niño y de reyes, que hubieron agrupaciones sociales y dirigentes del campo popular, que a lo grande hicieron felices a miles de niños, concentrados en Av. 19 de Abril, fue impresionante ver tanta cantidad de gente, especialmente niños de todo nivel social, que alegremente recibían un regalo, alguna golosina y se regocijaban en un pelotero al que accedían gratuitamente; esta imagen realmente hizo estremecer mi corazón.
Estos grupos sociales y dirigentes populares, se quedaron con la justicia social, que los políticos supieron olvidar, recogieron también el verdadero poder movilizador del pueblo y por ende del justicialismo. Si, es cierto, se cortaron rutas y se quemaron gomas alguna vez en la Casa de Gobierno, pero creo que tanto empuje, lo hallamos siguiendo la premisa enseñada por Perón que decía que para lograr el bien común se hacía “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”. También es muy cierto que la comunidad rechaza estos métodos, pero la historia sabrá juzgar el porqué de tantos hechos.
Lo que sucede es que el pensamiento liberal ha instalado una mentalidad “pacata” que ve con ojos extraños el panorama, recuerdo cuantas veces fue prendida fuego y destruida a pedradas la Casa de Gobierno por el entonces avenido en líder “Perro Santillán”. Ocurre que no toleran que quien lidere actualmente los reclamos sociales y gremiales sea de origen justicialista y no procedan de un dirigente pseudo – intelectual.
Algunos políticos devenidos en “high society”, critican a viva voz escandalosa que una dirigente social se mueva en camioneta 4 x 4, claro este tipo de comodidad solo está reservado y permitido para el pequeño grupo burgués dominante. No soportan compartir el bienestar con la pobreza, es solo para ellos el derecho al bienestar y progreso, por ello se rasgan las vestiduras exclamando “como abra hecho para merecer tanto aquella muchachita que ayer vendía verduras en las adyacencias del mercado para sobrevivir” es imposible que esta pueda lograr bienestar, mucho menos compartirlo con los más necesitados.
En un ejemplo descarnado, alguien alguna vez hizo alusión a una simple suposición a modo fabulesca, “cualquier individuo anhela, una invitación a comer con el senador; concurriría casi orgullosamente, hasta se endeudaría en ropa nueva, en la credulidad inocente que lo está haciendo con un par, y ¿todo para qué? para que le sigan metiendo la mano encima, eso sí con guantes blancos y que además a la plebe le quede muy claro quién le da de comer; pero si te invitara la Milagro, capaz que buscamos alguna excusa porque quizás nos da vergüenza” ¿verdad?.
Como muestra basta un botón, veamos lo logrado en corto tiempo, mas de 12 complejos deportivos con piletas incluidas, si comparamos, el gobierno en la ciudad de Jujuy en 50 años solo construyo dos piletas, una en el barrio 4 de Junio y otra en el parque San Martín, se donó una cancha de básquet y una pileta al Hogar Escuela José de la Iglesia fundado por Eva Perón, dependiente del gobierno provincial. Ahora las organizaciones sociales dan salud para todos; consiguieron el mejor tomógrafo computado para la provincia; dan educación a los excluidos al sistema educativo a nivel primario y secundario, con museo histórico en su sede central; viviendas a través del trabajo cooperativo, con 2.600 unidades en toda la provincia, quedando demostrado que una vivienda digna cuesta solo el 30% de lo que el estado paga a sus contratistas; posee 4 fabricas, textil, de bloques, adoquines y metalúrgica; hasta en muchos casos gente desesperada y desamparada busca justicia en este ámbito y la cantidad de jóvenes y niños recuperados de la calle, de la droga, el alcohol, la prostitución y el abandono, con la sola cultura del trabajo y el esfuerzo mancomunado en el recupero de la dignidad.
Todo esto es lo que el poder gobernante debió realizar. Y es la fe que trasladamos al actual gobierno en la figura de su gobernador con la creencia que este será el timón a los logros anhelados.
Estoy plenamente convencido y seguro que nos hallamos en el camino de las transformaciones en el recupero de esa felicidad esquilmada, la reconquista de la justicia social, el poder movilizador y transformador de las bases y su militancia. Será con una dirigencia no desgastada y perteneciente al campo popular.
Por último, vale preguntarnos ¿hasta cuando algunos querrán mantenernos en el marco de la política de la sinrazón?

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