lunes, 17 de agosto de 2009

Ahora sí: Adiós compañero!!!
Por Martín Morcillo
Promediaban las siete de la tarde, del cercano viernes 7 de Agosto, y sintiendo el deber en la piel, nos acercamos algunos compañeros de esta agrupación peronista a la sede de ATE-JUJUY, en donde descansaban por fin los restos recuperados de un mártir político, nada más y nada menos que un jujeño victima de la última dictadura militar, Juan Carlos Arroyo, dicen los viejos “perucas”, ejemplo de lucha intestina contra el gorilaje.
Allí, en un sentido acto lleno de simbolismo, se cruzaban viejas luchas, viejos anhelos, con nuevos tiempos, nuevos sueños, nuevos actores, nuevas realidades, parecidas al fín, hermanas ellas. “Un velorio peronista en donde lloran algunos y sonríen otros” comento por ahí un peronista de la vieja guardia; hasta ahí llegamos, donde su féretro descansaba cubierto de una bandera argentina y flanqueado y protegido por la inmortal Evita, sitio en el que por sorpresa, pudimos ser penetrados por sus palabras encendidas y emotivas, dichas como si fuesen para hoy, transcriptas en papel, como si se las dijera a los compañeros de la lucha de hoy contra los personeros que hoy tiene nuestro movimiento, leídas en tono de advertencia a los que emprenden luchas desde el corazón ante los esquemas infranqueables e inmutables. Trancribo aquí una de sus reflexiones que quiero compartir y analizar con ustedes, las que embargados en emoción fuimos penetrados: “La unidad de los revolucionarios es una herramienta fundamental para la toma del poder. Todo revolucionario que pretenda llevar adelante una lucha individual o una lucha de grupo contra el sistema, va a terminar siempre estrellado contra los aparatos del sistema, va a terminar siempre destrozado. Y su heroísmo, si es que lo hay, va a ser estéril. El heroísmo nosotros lo entendemos como una muestra de amor, como una muestra de entrega a todos nuestros compañeros explotados, humillados, sometidos…” No es mi deseo trastocar sus palabras, ni reflejar lo que no se dijo, si bien los peronistas en esencia somos revolucionarios, pienso atinado que asimilemos el termino revolucionario con el de militante peronista, y encontraremos un claro mensaje: “La unidad de la militancia peronista es fundamental… todo militante que pretenda llevar adelante una lucha individual o una lucha de grupo contra el sistema, va a terminar siempre destrozado…” Es en este concepto fundamental de unidad de acción en donde nuestra agrupación se siente identificada con el mensaje, en la unidad de la militancia, de las bases y de los cuadros peronistas es fundamental para la refundación del Justicialismo en Jujuy, en donde muchas veces, en vastas oportunidades, podemos ver ese gran gesto de “heroísmo” para con la doctrina inculcada, que compañeros emprenden luchas parciales y dispersas sin una estrategia con la que obtener “la liberación del Justicialismo de la burguesía desideologizada antiperonista”, cáncer que debemos extirpar, el que hoy es el responsable que militantes con años de lucha, los que algunos vieron partir a la eternidad a soldados del peronismo, sean conducidos por aristocráticos "nenes bien" que poco tienen que ver con el movimiento popular anti-oligárquico que es el peronismo, movimiento que ha formado los dirigentes de la nueva argentina, ideología que poco tiene que ver con los reaccionarios del ayer y los conservadores del presente. Duras estas palabras quizás, pero no vacías de verdad la que se expresan en estas líneas, verdad que nos lleva a analizar con detenimiento este otro fragmento pronunciado allá en el no tan lejano año 1975 por el Compañero Arroyo a los integrantes del Movimiento Revolucionario 17 de Octubre, estas son, sus palabras: “Tal vez nuestra existencia anterior no tenga tanta importancia como la tiene ésta. Pero sí, sin nuestra existencia anterior, sin nuestra experiencia en el seno de la clase obrera argentina, fundamentalmente en el Peronismo, no seríamos lo que hoy somos”. Estas palabras son claves para entender la efervescencia que viven hoy los cuadros peronistas de mayor expereriencia en la militancia, que fueron borrados por la ultima década en nuestro Partido Justicialista, el porqué, de la vuelta al ruedo de los llamados viejos peronistas, que sintiendo la responsabilidad de ser peronistas le advierten a los jóvenes que vienen “tocando bocina” que en el peronismo jujeño no solo hay una generación desaparecida, sino que también hay una generación excluida, la de aquellos que se formaron en la democracia pos-dictadura, militantes que debieron afrontar el desafío de “hacer bien la democracia” o correr con la misma suerte que los 30.000 desaparecidos por el proceso, generación que puso el pecho en el peronismo y en la argentina para que hoy, nos afanemos de tener 25 años de sistema democrático, generación que conoció lo que era sentarse con el líder cara a cara, para debatir el futuro del pueblo; no como la actual, que se afana solo en ver como nuestro partido es comandado por compañeros que no conocen las veinte verdades, que se ufanan en llamarse dirigentes del peronismo y cantan la marcha haciéndole off a Hugo del Carril, por el solo hecho de servir ricos cafés a los funcionarios de turno o ser los mismísimos dignatarios de tal noble y honorable función.
Foto: Juan Carlos Arroyo con el Cro. Ing. Carlos Snopek.

Sin ofensas apuntadas con miras telescópicas hacia nadie, es que escribo, desde la vereda de la dirigencia que no se empanza de las dulces mieles del poder, desde acá, desde la lucha diaria que ofrece el peronismo, lucha desvirtuada o complejizada, que ya no se conforma con ofrecernos el flanco externo, donde comúnmente están los enemigos del movimiento, sino en la lucha de hoy, la que nos ofrece un enemigo adentro, aquel enemigo que bien graficado esta como un "lobo con piel de cordero", aquel que rechaza a los cuadros del peronismo, sustituyéndolos por tecnócratas serviles y obsecuentes. No es en esa dirigencia a la que invitamos día a día a los compañeros de la militancia, de las bases, es a la dirigencia que está en los barrios, a la dirigencia que se le llenan los ojos de lagrimas cuando ve, en ese cuartito de ATE, una foto del compañero desaparecido Arroyo abrazarse en la causa peronista con compañeros como Antonio Paleari, Walter Vera o “Tito” Agüero.


















Foto 1: Juan Carlos Arroyo con "Tito" Aguero.
Foto 2: Juan Carlos Arroyo con Antonio Paleari.
Foto 3: Juan Carlos Arroyo con Walter Vera.
Si compañeros, es ahí donde debemos encontrar el punto de confluencia, en la verdadera militancia, en la dirigencia peronista olvidada por la actual, es ahí donde debemos interpretar las palabras de Juan Carlos Arroyo, donde como si fueran para el presente, nos advierte que por mas heroica que sea nuestra lucha, si es aislada o parcializada es en vano, que debemos unirnos en la liberación del movimiento como mejor homenaje, para que así, interpretemos la elevada temperatura de los compañeros, y de una vez por todas, recuperemos la mística perdida y pongamos allí, donde deben estar, a los políticos en la política.

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