jueves, 31 de julio de 2008

26 de julio de 1952 - 26 de julio de 2008

A 56 AÑOS DE LA MUERTE DE EVITA




…Evita supo desde chica de la miseria y las humillaciones que viven los más humildes. Ya en el poder, se atrincheró en la Secretaría de Trabajo y Previsión para entregar, personalmente, colchones y frazadas y camas y ropa y máquinas de coser y pelotas de fútbol y muñecas y bicicletas y trabajo y viviendas, a miles de personas que no tenían ni vivienda ni camas ni colchones ni frazadas ni ropa ni trabajo ni muñecas ni bicicletas. Cuando la tarea la desbordó (en las Navidades de 1947 repartió cinco millones de juguetes y en mayo de 1948 recibía cerca de doce mil cartas diarias según consigna Marysa Navarro en su libro "Evita") creó la Fundación Eva Perón, una institución que extendió la ayuda social a todo el país, sus críticos calificaron su accionar como "asistencialismo"; ella respondía con una frase: "Sangra tanto el corazón del que pide, que hay que correr y dar; sin esperar".





…"Que haya una sola clase de hombres, los que trabajan;
Que sean todos para uno y uno para todos;
Que no exista ningún otro privilegio que el de los niños;
Que nadie se sienta más de lo que es ni menos de los que puede ser;
Que los gobiernos de las naciones hagan lo que los pueblos quieran;
Que cada día los hombres sean menos pobres y
Que todos seamos artífices del destino común"...



(Mensaje de navidad de 1951)





El 26 de julio de 1952, Eva Perón cedió al embate del cáncer en la residencia presidencial que se alzaba en la calle Austria. Cerró sus ojos a las 20.25. El frágil destello de vida de Eva Perón se había apagado para siempre. Fue un breve instante de esplendor. Pero cuánto iluminó.





"Cuando elegí ser Evita, sé que elegí el camino de mi pueblo. Ahora, a cuatro años de aquella elección, me resulta fácil demostrar que efectivamente fue así. Nadie sino el pueblo me llama Evita. Solamente aprendieron a llamarme así los descamisados. Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, profesionales e intelectuales que me visitan suelen llamarme 'Señora'; y algunos incluso me dicen públicamente 'Excelentísima' o 'Dignísima Señora' y, aun a veces, 'Señora Presidenta'. Ellos no ven en mí más que a Eva Perón. Los humildes, en cambio, no me conocen sino como Evita."





“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien
la obra de la vida”

No hay comentarios: